Y tú contribuíste para creer en esa falsa esperanza...

Te escribí varios mensajes, demostrando mi interés, pero resulta que tu plan era otro...

un plan en el cual no me encuentro yo... 

Debo agradecer tu sinceridad por abrir los ojos antes de acentuar

lo que mi corazón ahora empezaba a palpitar...

El último fue crucial para definir la situación, tu plan era otro...

un plan en el cual no me encuentro yo...

Gracias por tu amistad, aunque yo quería algo más, y no sé si deba esperar

a que algún día vuelvas a tu esencia natural de ser y actuar

eso es lo que yo deseo con fervor poder lograr...

Hoy solo quiero recordar, el primer día que te vi sonreir, jugando y conversando

en aquel café central de la ciudad... descubrí que eres una gran persona

y no por esto las cosas cambiarán...

Me cortaste la alas antes volar, me creaste una magia creyendo en que podrías enamorarte
pero todo fue un amor fugaz... un amor letal que duele y que consume... porque en mí había
la esperanza y la ilusión de ser parte de ti...

Ay el amor como duele...